Me encantaría ser hombre.

Como muchos sabéis, gran parte de lo que estoy estudiando aquí en los USA tiene relación con el trabajo con familias. Esto me ha hecho revisar muchos datos, estadísticas sobre los roles parentales, el papel de la madre como investigadora, estudios sobre los efectos de las ideologías, las creencias de los que se deciden a tener hijos, efectos de las políticas laborales, etc. Mi trabajo tanto en clínica como en investigación me llevó a la necesidad de entender los procesos que se dan en el entorno familiar (desde los macroculturales economicos y sociales, hasta los micro: lenguaje, roles, etc.). Después está el momento vital en el que en tu entorno, tus compañeros y amigos empiezan a tener hijos. Y los datos están en tu cabeza, y piensas muchas cosas. Bien, este no es un post profesional, ni tampoco un post convencional (en comparación con lo que suelo escribir).

No es algo que pretenda continuar, sólo una reflexión a revisar:

"Me encantaría ser hombre para poder ser un padre fantástico por propia decisión, no por obligación. Yo sería un padre genial, me gustaría estar en casa con mi familia, estaría atento de forma natural al bienestar de mi pareja y mi hij@. Estaría realmente alerta de los estereotipos que me intentaran dejar fuera de juego (un padre no tiene porque hacer, puede elegir no estar), intentaría incluso moverme en el lado opuesto de lo que se me dijera, conscientemente actuar en dirección contraria. Me fijaría en las emociones, sólo para molestar, porque se presupone que no debo entenderlas. Asumiría responsabilidades de forma natural, sin comentarlo, sin quejarme por ello, sin presumir. Y lo haría sintiendo que he elegido esta opción. Sintiendo que YO construyo un estilo porque creo en él. Eso me haría ser un hombre feliz y más libre. Y la sociedad no dejaría que me olvidara de mi, como hombre, mi sitio seguiría esperando, siempre se me recordaría que tengo otros roles.

Me encantaría ser un hombre para ser un padre fantástico, y hacer todo lo que las madres fantásticas suelen hacer, porque se les presupone que es lo que "deben hacer", porque "es natural" que lo hagan (si no lo hacen...uf! es tan feo!), tanto que no es necesario ni pensar en ello, no comentarlo. Dadlo por hecho! Ellas no deben sentirse más felices por su elección de como actuar: hacen lo que deben. Ni tampoco se sienten más libres (!!!) por su opción. Ellas quieren, cuidan y se responsabilizan os lo aseguro. Y la sociedad asume que desaparezcan un poco en cuando su rol de "madre" aparece. La sociedad no les guarda un sitio, ni les recuerda que tienen otros roles. Sus otros "yoes" desaparecen un poco, o todos se tiñen un poco de maternidad.

En un mundo ideal en el que (por primera vez y última en la vida!) querría ser un hombre: me gustaría tener hij@s".


El otro día leía un estudio sobre las creencias de las madres (y los padres) respecto a la discriminación que se sufre después de la maternidad, interesante ver que la predominante era "a nosotros no nos pasará, somos distintos"...